viernes, 29 de junio de 2007

Rock and roll chilensis


Siempre que se cierra un ciclo se tiende a hacer evaluaciones. En esta ocasión por ser fin de semestre y de un ciclo me daré el lujo de hacer una evaluación de la creciente escena musical de nuestro país.

Sin duda, en cada minuto que pasa nuestra escena musical crece un poco más. Pero lamentablemente no podemos decir que todas las bandas lo hacen de la mejor manera.

La vuelta a los escenarios de grupos tan importantes como “Los Prisioneros” y “Los tres”, han devuelto el nombre de Chile a los escenarios internacionales como hacia tiempo no se hacia. Pero ojo, tampoco hay que dejar de lado lo que estaba pasando antes de estos regresos.

Los padres dormían, y mientras eso pasaba, los hijos empezaron a dar que hablar. “La Ley” y “Lucybell” se tomaron el mandó en la carrera internacional, mientras que los abuelitos (“Los Jaivas”) volvían a caminar y a retomar su vieja senda.

Mientras eso pasaba la escena nacional empezó a desarrollarse. Aparecieron bandas que seguían el legado de los primos desordenados, es decir, “Los Mox”. Así es como “Gufi” y “Tronic” toman su lugar. Música sin mayor calidad pero con intención.

Por otro lado nuestras televisiones se llenaban de músicos de laboratorio, salidos directamente de TVN’s Lab, aparece una camada de baladistas rozando el curcilerio y el cliché. Salen a la luz personajes como Leandro Martínez, Mario Gerrero y Daniela Castillo, que con pintas producidas y poca capacidad se toman una parte de nuestra emergente música nacional.

Pero a no desesperarse, los músicos de verdad caen por su propio peso. Es por esto que la escena under comenzaba a fortalecerse y a crecer. Aparecen grupos y músicos de peso. Leo Quinteros se toma el poder, aparecen grupos como “Fahrenheit”, “Alejandro Silva y The Power cuarteto”,”El Cruce” y “Santa Banda” entre tantos más. Se ve un futuro esperanzador.

“Los bunkers”, “Saiko”, entre otros son el presente en el ámbito más popular, mientras que a cada segundo sale un nuevo grupo con grandes intenciones, algunos con bastante talento y otros, solo con grandes intenciones. Esperemos que nuestra gran familia musical siga creciendo, pero que lo haga con la categoría que se merece y que merecemos todos nosotros.

Sin duda, hacer un scanner de la música nacional requiere más espacio que este, más tiempo que este, y más dedicación que esta. Más de algún grupo se me queda en el tintero, y más de alguna presentación que merece ser nombrada, pero el desenlace de este resumen queda a juicio de cada uno de los que asisten a ver música chilena. A cada uno que disfruta de los acordes y los ritmos afinados con el sonido de una nación que crece y se desarrolla a pasos agigantados.

"Camino", Los tres

"Hijos de la tierra", Los Jaivas